Forty Four es el antiguo número con el que se identificaba a Neukölln, uno de los barrios más hermosos de Berlín donde, aportando a esa belleza, se encuentra hoy el antiguo Aeropuerto de Tempelhof, uno de los parques más importantes de Europa.
Tempelhof y Berlín
Fue en las pistas de Tempelhof -donde volaron los hermanos Wright, se arreglaron aviones en la WWII y aterrizaron Iggy Pop y Bowie- el lugar perfecto donde nació Forty Four. Y es que lo que de verdad inspiró a nuestro fundador, Roberto Bonilla, fue la ciudad completa:
“En Berlín, todavía lo importante es la gente”, asegura. “En Berlín las paredes y los túneles sirven de bastidor para las ideas y nadie parece quejarse. En la capital, la calle todavía es un lugar importante. A las pantallas se las trata con cuidado y las fotos con celular están prohibidas no solo en el Berhain sino en un bar punk de Schillerkiez. En Berlín, quizás por todo esto, a las marcas también se les pide que sean relevantes, no avasalladoras”...reflexiona. Sin duda, un punto de inflexión que nos lleva a una forma de hacer estrategia que jamás pierde la piel de la gente.
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